martes, 24 de noviembre de 2015

Condicionados

Yo te habría invitado a la inmortalidad, 
porque no existe.

Habría dado la vuelta 
a tu mundo
y te habría hecho reversible
para ver de qué color eres
cuando te dejas desnudar.

Habría contado los días
para no verte
y olvidado la cuenta en las noches
que perdiera contigo. 

Te habría invitado a bailar
sin promesas
ni futuros
ni vidas que durasen más de seis minutos;
-no concibo
a tu lado
una existencia
que no muera
y resucite
cada seis minutos-.

Habría dado las vueltas
que hiciesen falta
para conseguir un infinito de finales. 

Después, 
te habría culpado de todos ellos,
vomitando entre tus ruinas mi pasado
y ahogándome en la posibilidad
de despertar mañana 
en pijama 
y a tu lado. 

Nunca he notado tanto la ausencia
de lo que no llegó a ser.
Nunca había deseado
sin querer. 


No sé quién soy
ni en qué baso lo que hago
pero habría tasado tu risa en una eternidad. 






Siempre que
tú 
hubieras desaparecido,
exactamente como hiciste.
Solo me gustas si te vas. .